Ayer comprobé cómo ganar un jamón (realmente una paletilla) no siempre tiene que ser motivo de alegría. A media tarde me contaba mi padre que había ido al estanco a comprar un paquete de LM y que una promotora le dijo que si compraba dos le daba dos cupones de estos de rascar. A partir de ahí el juego era que si le tocaba el premio ganaba un jamón (que realmente era una paletilla).
Entró en la promoción como era lógico y en el primer rasca ya le había tocado la paletilla. Me lo contaba con ilusión y no quería cortarlo aunque por dentro pensaba que muy bien por la parte de la paletilla, pero que vaya tristeza que su consecución venga de algo que con el paso de los años si no acaba llevándoselo a la tumba al menos lo dejará bastante tocado (no soy duro, soy realista).
La prueba del delito |
Supongo que el 50% de quienes lean esto estarán a favor y el 50% en contra, lo cual me parece aun más triste que ganar un jamón (paletilla) en un rasca de LM, pero bueno, supongo que esto quedará como anécdota de lo único bueno que me dio el tabaco a lo largo de mi vida.
Saludos!
a mi me toco el jamon, y tan feliz, voy a seguir fumando igual con jamon o sin.
ResponderEliminarsubir los impuestos a los pobres que estamos enganchados al tabaco, pero no al que no se mueve si no lo hace en auto, verdad? que amable, sobre todo con tu padre.