He llegado a conocer a través de Facebook una historia IMPRESIONANTE. Sí, sí, en mayúsculas y todo, de estas historias que conoces y te quedas con la boca abierta y con la mente pensando "¿por qué todo es así?¿no vemos las lecciones que nos dan los animales a diario?"
Voy a copiar la historia casi como la vi en Facebook. Tras buscar más información sobre el tema he llegado a un vídeo que pondré al final de la historia. Pasen y vean. Y emociónense:
“Canelo” era el perro de un hombre que vivía en Cádiz. Una mascota que seguía a su dueño para todas partes y en todo momento. Este hombre anónimo vivía solo, por lo que el buen perro era su más leal amigo y único compañero. La compañía y el cariño mutuo los hacía cómplices en las miradas y hasta en los gestos. Cada mañana se los podía ver caminando juntos por las tranquilas calles de la ciudad cuando el buen hombre sacaba a pasear a su amigo. Una vez a la semana uno de esos paseos eran hacía el Hospital Puerta del Mar ya que debido a complicaciones renales el hombre se sometía a tratamientos de diálisis. Obviamente, como en un hospital no pueden entrar animales, él siempre dejaba a Canelo esperándolo en la puerta del mismo. El hombre salía de su diálisis, y juntos se dirigían a casa. Esa era una rutina que habían cumplido durante mucho tiempo.
Cierto día el hombre sufrió una complicación en medio de su tratamiento, los médicos no pudieron superarla y éste falleció en el hospital. Mientras tanto “Canelo” como siempre, seguía esperando la salida de su dueño tumbado junto a la puerta del centro de salud. Pero su dueño nunca salió. El perro permaneció allí sentado, esperando. Ni el hambre ni la sed lo apartaron de la puerta. Día tras día, con frío, lluvia, viento o calor seguía acostado en la puerta del hospital esperando a su amigo para ir a casa.
Los vecinos de la zona se percataron de la situación y sintieron la necesidad de cuidar al animal. Se turnaban para llevarle agua y comida, incluso lograron la devolución e indulto de Canelo una ocasión en que la perrera municipal se lo llevó para sacrificarlo. Por lo que se ve, se recibió en la perrera municipal una denuncia de un ciudadano sobre un perro abandonado en la puerta de un centro sanitario y del peligro que suponía para la salud pública. El perro fue cazado y llevado a la perrera, antesala de la muerte canina. Entonces se movilizaron los trabajadores de La Residencia, los amantes de los animales y medio Cádiz encabezados por AGADEN (Asociación Gaditana para la Defensa y Estudio de la Naturaleza) en defensa de la vida y la libertad de “Canelo” y consiguieron el indulto de “Canelo” ya que el teniente de Alcalde de Sanidad del Ayuntamiento de Cádiz firmó un decreto perdonándole la vida. Probablemente sea el primer caso de indulto de un perro vagabundo conseguido por la presión popular. AGADEN lo adoptó, lo vacunó y le arregló los papeles para que dejara de ser un perro vagabundo, un indocumentado y aunque se le buscaron varias familias que lo acogieron, “Canelo” siempre escapaba una y otra vez y volvía a su lugar de espera, sin desmayo, vigilando día y noche la puerta del Hospital en espera de su amo y amigo. La gente lo cuidó y le dio de comer como si “Canelo” fuera suyo durante 12 años. Este perro no fue un perro sin amo, fue el perro de todo Cádiz que lo quiso y lo cuidó como algo propio. Televisiones de varios países pasaron por Cádiz a contar la historia de este singular perro (incluso la BBC).
Doce años, así como lo leen. Ese fue el tiempo que el noble animal pasó esperando fuera del hospital la salida de su amo. Nunca se aburrió ni se fue en busca de alimento, tampoco buscó una nueva familia. Sabía que su único amigo había entrado por esa puerta, y que él debería esperarlo para volver juntos a casa.
La espera se prolongó hasta el 9 de diciembre del 2002, en que Canelo murió atropellado por un coche en las afueras del hospital. Un final trágico, pero esperanzador para quienes amamos los animales, para quienes quizá ilusamente creemos que en el más allá todavía hay algo que nos espera. La historia de Canelo fue muy conocida en toda la ciudad de Cádiz. El pueblo gaditano, en reconocimiento al cariño, dedicación y lealtad de Canelo, puso su nombre a un callejón y una placa en su honor.
Paco, se me han saltado las lágrimas...
ResponderEliminarEs que la historia tiene telita Pilar, la de cosas que se podrían aprender de los animales y sin embargo se ignoran...
ResponderEliminarMuchas gracias por tu visita ;))
Precioso homenage Paquito!
ResponderEliminarSabía algo de la historia de Canelo pero no sabía el trágico final...que lástima...
ResponderEliminarTodo un ejemplo de Amor Incondicional.
Gracias por compartirlo!
Acabo de ver la pelicula de Richard Gere "Hachyko",y me he tropezado con Canelo buscando por internet.Definitivamente,solo me conmueven los animales!!!!son lo mejor de este planeta!!
ResponderEliminarAmor incondicional no puedo parar de llorar,no pude terminar el video es una historia muy fuerte amo todos los perros,tengo 8 y son mis soles mi vida y los amo y se cuando me miran lo q sienten,lo q quieren x eso esta historia de canelo me toca en lo mas profundo de mi corazon, que bello animal que en paz descanse canelo y su dueño pero ya se que estan juntos como dos angeles,quisas esto tenia que pasar para q se reencontraran y la tristesa de canelo terminara!!!
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