Hace varios años que escribo en varios blogs propios con la idea principal de tener una herramienta online que me permita acceder desde cualquier parte del mundo a una serie de contenidos que quiero conservar. Algunos ejemplos son el blog de vinos y el blog de viajes, que me sirven para tener un archivo de vinos y lugares que con cierta frecuencia consulto.
Con el tiempo me di cuenta que a esos blogs, aparte del uso práctico, se les podía sacar algo de rentabilidad (que en mi caso solo da para que se autocosteen y me inviten a comer o a probar productos en momentos puntuales). Además, algo aún más importante sobre esto, es que entendí que para que las oportunidades surjan en la vida no basta con esperar en el sofá. Hay que decir de alguna forma "aquí estoy y esto sé hacer" (casi lo mismo que dice Carlos Bravo en su blog). Nunca se sabe quién puede leerte y qué puede ofrecerte a raíz de esa lectura.
Por ello, me propuse hace poco hacer un envío periódico empezando por recopilar todos los correos que tuviese de familiares, amigos, conocidos y cualquier otra persona con la que en su día intercambiase un mail, quedándose grabado en mis contactos.