Este año se cumple el 25 aniversario de la Exposición Universal que tuvo lugar en Sevilla en 1992. Tras años de olvido prácticamente por todas las instituciones, excepto la asociación Legado Expo92, y otras pocas, este año todos los organismos públicos se vuelcan en celebrar.
Quien me conozca sabrá que soy fan de esta muestra histórica desde el primer día que la pisé. Mi familia tuvo la gran suerte de tener un pase para toda la temporada completa que en un principio parecía privativo (eran 30.000 pesetas los adultos y 15.000 pesetas los niños) pero que si tenemos en cuenta lo que supuso, se podría considerar un regalo.
Para que os hagáis una idea, soy tan fan de la Expo92 que cuando he recibido visitas de fuera de Sevilla siempre les he realizado un tour panorámico explicando qué fue cada edificio y solar del recinto. Desde que se abandonó hasta la actualidad que está más viva debido a las empresas que allí trabajan.
Recuerdo con 15 años, a finales de 1997, que el instituto nos llevó de excursión al pabellón de Mónaco (curiosamente la publicación de este post coincide con el 25 aniversario de su Día Nacional en la Expo92), en el que había un espectacular acuario incluso con esturiones. Tras salir, la profesora nos dio tiempo para comer el bocata en los alrededores y como adolescentes sin miedo al peligro corrimos a trastear por todo lo abandonado que vimos (vaya, el 99%). De ahí tengo varios recuerdos pero el más cafre fue el de meternos en una estación abandonada del monorraíl en la que no había nada, solo suciedad y abandono, pero mereció la pena. La diversión se acabó en el momento el que dos compañeros salieron corriendo por los raíles, que a la altura que estaba eso si se hubiesen tropezado se mataban. Cuando la profesora los vio, del grito bajamos todos corriendo.
Hubo muchos que criticaron y critican a la Expo92 por el despilfarro que hubo (que sí, que lo hubo, la gente corrupta es lo que tiene) pero, aunque les pese, supuso una grandísima primera piedra para convertir a Sevilla en una ciudad europea. Se construyó un nuevo aeropuerto, carreteras, nueva estación de tren, otra de autobús, se unió Andalucía mediante la A-92 (gran naming) y se conectó a Sevilla con Madrid mediante la primera línea de Alta Velocidad Española (otro gran naming). ¿Qué habría sido de Sevilla sin la Expo92? Ni pensarlo quiero.
Además de en la memoria, aún guardo recuerdos materiales de la Expo. Mi pequeña colección de pines, mi pasaporte, mi mapa en el que con 10 años iba marcando los pabellones que veía, por supuesto mi pase anual, un póster con todos los sellos de los pabellones y algunas cosillas más como, por ejemplo, una colección de Curro en figuritas de plástico. Quién sabe dónde estará mi mochila de Curro, mi gorra de la Expo y algunas cosas más que ya no recuerdo con exactitud.
Viendo vídeos antiguos sobre la muestra se puede concluir en que, si hoy la hicieran tal como fue entonces, sin duda triunfaría. Desde mi humilde punto de vista fue todo un despliegue de modernidad atemporal. Lo que luciría a día de hoy el Jumbotron, el telecabina, el monorraíl, el bioclima, los pabellones temáticos, el cine 3D que vuelve a ser tendencia... y un larguísimo etcétera.
Como dice el eslogan que viste los medios exteriores de Sevilla, "NOSOTROS LA HICIMOS". Y por ello, si al igual que yo, tuviste la gran oportunidad de vivir la Expo92, aunque sólo fuese un segundo, permíteme decirte una cosa solamente: GRACIAS POR HACERLA POSIBLE.
Imágenes del post: Exposición del 25 Aniversario en el Pabellón de la Navegación
Resumen de la visita próximamente en 100planes1finde.com
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