Desde que empezó el 2017 he intentado mantener una disciplina de horarios, proyectos en marcha y cosas hechas que podría decir que estoy cumpliendo al 80% sobre lo previamente planificado. No ha sido fácil y el tiempo que empleo en ello nunca volverá. El caso es que si nunca lo pongo en marcha no sabré si tiene sentido hacerlo..
Es un año de prueba, sin penalizaciones de ningún tipo si no cumplo lo planteado (mes a mes por mi mismo), pero que me demostrará el 31 de diciembre si ha merecido la pena la inversión de tiempo dedicado o simplemente ha sido una pérdida que nunca recuperaré.
Tras casi medio año en el que las cosas hechas de la lista han superado notablemente a las que no, ha llegado el momento de hacer balance ya que hay algunas áreas en las que he avanzado hasta varios meses por delante y otras en las que prácticamente vivo al día. No por falta de ganas o dedicación, sino porque sacar "una unidad" de este tipo supone más esfuerzo que sacar "cuatro unidades" de otro tipo.
La única forma de conseguir esto ha sido sacando tiempo de donde no había, una sola hora al día, todos los días, es lo que necesitaba. ¿Cómo hacerlo? Levantándome una hora antes. Lo malo es que esa disciplina no la trasladé a acostarme una hora antes también, siendo la consecuencia un déficit de sueño considerable. Dormir 5 o 6 horas al día, a la larga, no es bueno.
El cuerpo es sabio y cuando nota que estás forzándolo te manda señales de aviso para que bajes el ritmo. En mi caso la primera ha sido la aparición de unas calvitas en la barba provocadas por el estrés (alopecia areata se llama). No es gran cosa pero hay que saber tomar medidas para que desaparezca la causa. Pero bueno, volvamos al tema de dormir.