Totalmente fuera de fecha las calles se están empezando a llenar de hojas semiamarillas. Parece que ha llegado el otoño y con ello la satisfacción para muchos y la decaída para otros.
En mi caso me ubico en el segundo grupo, el de los decadentes. Me cuesta madrugar, no rindo como en primavera y verano pero aún así lo intento y aguanto el tipo. Soy de los que se levantan con ganas de comerse el mundo pero que como sea otoño esas ganas se esfuman al pisar la calle.
¿Y cómo seguir en marcha sin dejar nada pendiente? Hay una app que se llama
Trello que sigue la idea del
GTD (Getting Things Done) que me instalé por motivos de trabajo hace un par de años. Al principio, como todo, lo usaba, pero usarlo se convirtió en una tarea más y empecé a descuidarlo, hasta que lo dejé con la excepción de que tenga alguna notificación procedente de algún compañero del trabajo.