Avanzamos hacia el final de 2020 como si el 1 de enero fuese a marcar un nuevo párrafo en esta historia que vivimos.
No sé si será consecuencia de haber nacido y vivido en los 80, pero con todo lo que ha pasado en 2020, que te avisa de que hoy estás y mañana no, es imposible olvidar cuando todo era normal, cuando la vida era un cúmulo de preocupaciones que ahora parecen nimiedades.
Siento nostalgia. Será que me hago viejo y que cada vez soy más consciente de que estoy viviendo una vida finita en un mundo que es infinito.
Hace unos días entrevistaban a un maestro en la radio y dijo una frase que se me quedó marcada: "Cuanto más sabe uno, más consciente es de lo que le falta por saber".
Me hizo pensar: "¿Hubiese sido mejor pretender vivir en la ignorancia? ¿No intentar tener aspiraciones? ¿Quedarse en las cosas más básicas y sencillas?"
Quizás esta nostalgia me hace prestar más atención a una serie de estímulos que antes igual existían, pero los pasaba por alto.
Echo de menos el momento de empezar el colegio tras un verano que parecía durar 7 meses, las esquinas rectas de los libros nuevos, el olor de los plastidecor, el bajar a jugar a la calle después de ver Bola de Dragón...
Para cerrar este episodio nostálgico, esto que digo me lleva a dos párrafos (o estrofas más bien) de Urbanología, canción de Nach que recomiendo escuchar al menos 57 veces en la vida: [ Hoy el niño que un día fui me habla mientras insisten Que disfrute del trayecto, dicen, que nada es perfecto Que o me divierto o soy hombre muerto, y morir es triste ]
[ Sólo asumo mi levedad y mi ignorancia. No hay más verdad, que la felicidad que da la infancia. Y no sé si es la edad o una hemorragia, pero me falta magia, cada vez menos euforia y más nostalgia, cada vez más pesar y menos eficacia, cada vez menos al bar y más a la farmacia ]
Pero de nada vale lamentarse porque el "tempus fugit", lo importante es el "carpe diem" y para ello estoy haciendo listas de cosas que quiero dejar hechas y no seguir diciendo "hay que ver que no hice esto".
Por ejemplo, tras superar en 2019 varias carreras de 10 km, un objetivo incumplido que tenía para 2020 era correr una media maratón (21 km). Así que ya tengo una primera cosa que hacer apuntada para 2021. |
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